Estas navidades me han preguntado mucho sobre la opinión que me merecían las freidoras de aire. Como no soy de artilugios aparatosos de cocina, la verdad que no tenía ni idea. Parece ser que el auge de la cocina saludable, sencilla y rápida ha disparado el interés por este cacharro.
En teoría, el resultado sería prácticamente el mismo que una fritura tradicional, pero con un mínimo de grasa. Algo me hace sospechar que este es el motivo de su popularidad.
Si me pongo un poco quisquillosa, realmente no tiene mucho sentido llamarla “freidora”; pues freír supone sumergir un alimento en abundante aceite o grasa hirviendo. Conceptos aparte, el método en este caso es someter los alimentos a aire caliente en circulación constante, gracias a un ventilador y una fuente de calor eléctrica a altas temperaturas.
Después de documentarme un poco, y comprobar, que el funcionamiento era bastante simple, decidí animarme a probarla. Se la pedí prestada a mi madre.
La elaboración es completamente fortuita, una auténtica receta de aprovechamiento. Por un lado di salida a un táper de garbanzos congelados y, por otro, aproveché la pescada cocida de una sopa. Con el caldo restante preparé un marmitako de bonito fresco días después; un platazo que me encanta. En mi cocina se aprovecha todo, todo.
Hamburguesas de garbanzos y pescado
- Ingredientes (2 hamburguesas):
100g de pescado blanco cocido
200g de garbanzos cocidos
2 cucharadas soperas de harina de garbanzos y un poco más para el rebozado
Perejil al gusto
Una pizca de sal
Comino
Ajo molido
Un hilito de salsa de soja (opcional)
- Elaboración:
El proceso es sumamente sencillo. Personalmente no me gusta que quede una masa demasiado fina, por eso decidí hacerlo todo manual, pero también se pueden introducir todos los ingredientes en un robot de cocina o vaso de batidora, triturar y listo.
Introduce el pescado y los garbanzos en un bol, tritura todo con un tenedor hasta obtener una masa más o menos homogénea. A continuación, incorpora la sal, el ajo molido y el resto de especias. Es importante ligarlo todo muy bien. Puedes optar por las especias que más te guste, ese punto es muy personal.
Se pueden cocinar en el momento, pero recomiendo conservar la masa varias horas en la nevera para que se potencien los sabores. Tapa el bol con papel film hasta el momento de cocinarlas.
Con estas cantidades se obtienen dos unidades, tal y como aparecen en la foto. Divide la masa y dale forma con las manos, presando para que queden bien compactas. Rebózalas con harina de garbanzo, intentando crear una película fina sin grumos. En la base del cajón coloca papel vegetal pintado con un poco de aceite de oliva virgen antes de introducir las hamburguesas.
La propia freidora marca el tiempo y la temperatura en función del tipo de alimento, en este caso fueron suficientes 10 minutos a 180ºC. Para que se hagan bien por ambas partes, dale la vuelta después de 5-6 minutos.
Tengo que reconocer que el resultado me gustó mucho: crujientes por fuera y bien cocidas por dentro. Se pueden acompañar con un buen pan, ensalada, salsa de tomate, guacamole…al gusto de cada un@. No sé el resultado con otro tipo de alimentos, seguiré experimentado, pero esta receta la repetiré.
Sólo un apunte, ¡ojo con el nivel de tostado!
“La acrilamida es una sustancia química que se crea de forma natural en productos alimenticios que contienen almidón durante procesos de cocción cotidianos a altas temperaturas (fritura, cocción, asado y también durante procesos industriales a 120ºC y a baja humedad)”.
Así es como la define la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN).
La acrilamida en los alimentos aumenta el riesgo potencial de desarrollar cáncer en todas las edades, aunque los niños son un grupo de población más vulnerable debido a su alta exposición a la acrilamida y su menor peso corporal.
Dorado, no quemado.

Buen provecho 🙂