Albóndigas de boniato en freidora de aire

Albóndigas de boniato en freidora de aire
11 de noviembre de 2022

El bodegón de otoño lo componen las granadas, los cítricos, las castañas, las coles… y el ingrediente principal de esta receta: la batata. Todos ellos alimentos de temporada que nutren al organismo de sustancias esenciales en esta época del año.

La batata, boniato o camote, es un tubérculo que se obtiene de la planta del mismo nombre.

Existen más de 400 variedades de batata que se diferencian tanto por el color de su piel y de la carne, como por su nivel de dulzor y textura. Siendo las variedades de color naranja intenso, sustancialmente más dulces. Dato interesante según el tipo de plato que queramos elaborar; platos salados, agridulces o postres.

Las tenemos de temporada los meses de octubre y noviembre, aunque se puede conservar largo tiempo fuera de la nevera para evitar que el frío deteriore sus propiedades organolépticas (sabor, textura, olor…); tanto envueltos en una bolsa perforada al resguardo de la luz, como en un recipiente hermético.

Nutricionalmente destacan por su contenido en hidratos de carbono, potasio, beta-carotenos (responsables de su color) y vitamina C, aunque ésta última se pierde en gran parte durante el proceso de cocción.

Una vez presentado, vamos con la receta.

Albóndigas de boniato en freidora de aire

  • Ingredientes (7-8 unidades):

220g de boniato asado

100g de copos de avena

1 cebolla o cebolleta fresca

Una pizca de sal

Pimienta recién molida

2 cucharadas de aceite de oliva virgen

Semillas de sésamo

Especias al gusto: comino, cúrcuma, jengibre…

Para la salsa: tomate natural pelado, zanahoria y cebolleta fresca.

  • Elaboración: 

En primer lugar lavamos y cortamos la cebolla en juliana (trozos pequeños y homogéneos), yo suelo usar con más frecuencia cebolleta fresca. Calentamos el aceite de oliva en una sartén, añadimos la cebolla picada con una pizca de sal y cocinamos hasta que esté transparente.

Mientras se pocha la cebolla, molemos los copos de avena. Podemos hacerlo en un molinillo de café o robot de cocina, por ejemplo; esos suelen ser mis dos recursos para hacer harinas a partir de cereales.

En un bol aparte, chafamos el boniato asado con un tenedor e incorporamos el resto de ingredientes: la cebolla pochada, la harina de avena y las especias al gusto. Este es el momento de mancharnos las manos, toca darle forma a las albóndigas. Importante que todas sean del mismo tamaño.

Si te gusta la idea, puedes «rebozar» las albóndigas en semillas de sésamo; una vez horneadas dan un toque muy especial.

Para cocinarlas he usado la freidora de aire, pero también se podrían hacer en el horno.

Tiempo: 20´

Temperatura: 200ºC

Para acompañar las albóndigas improvisé una salsa con lo que tenía: una lata de tomates pelados en conserva, 1 cebolleta y 1 zanahoria grande. Simplemente poché la cebolleta, añadí la zanahoria cortada en trozos pequeños y, por último, incorporé el tomate. Salpimentar y listo. No sé el tiempo exacto que estuvo «chup chup», cuando redujo la salsa incorporé las albóndigas y cociné todo junto 2-3 minutos más.

Esta receta destaca por sencillez y sabor.

Se pueden congelar una vez cocinadas y aguantan perfectamente varios meses. Idóneas para un batch cooking.

Espero que os gusten 🙂

 

 

 

 

 

 

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