Gazpacho de cerezas

Las cerezas son para mí la fruta de verano por excelencia, las espero siempre con entusiasmo. Nunca olvidaré la cesta de neja llenita de cerezas carnosas que me preparaba mi abuelo cuando llegaba la temporada.
Aunque han cambiado las cosas, seguimos disfrutando de ellas y de sus muchos beneficios a nivel nutricional.
Las cerezas son una fruta muy rica en antocianinas; pigmentos que le otorgan ese color rojo-púrpura tan espectacular. Responsables también de sus propiedades antioxidantes, muy aconsejables en fase de recuperación deportiva; así como antiinflamatorias, interesantes en casos de enfermedades osteoarticulares, menopausia o síndrome premenstrual.
Destacan también la vitamina C, E, ácido fólico y fibra. Ideales para regular el tránsito intestinal y la síntesis de colágeno.
Para más interés, son el alimento con mayor contenido en melatonina -hormona del sueño- favoreciendo la regulación de los ciclos circadianos (día-noche). Algunos estudios proponen tomar zumo concentrado de esta fruta varias veces al día para mejorar el sueño. Teniendo en cuenta siempre una buena higiene del sueño, claro; por sí solas no son la panacea, ¡ojalá!.
Ahora soy yo la que le ofrece a mi familia esta fruta de temporada -también a mi abuelo-, que tan buenos recuerdos me despierta.
Gazpacho de cerezas
- Ingredientes:
1kg de tomates maduros
500g de cerezas
1 diente de ajo (opcional, yo le he puesto ajo negro)
1 1/2 taza de agua
2 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
3 cucharadas soperas de vinagre de Jerez
Sal y pimienta al gusto
Opcional: 1/2 cebolla, pimiento rojo…
- Elaboración:
En primer lugar lavar los tomates, a mí me gusta quitarles la piel para que quede un gazpacho más fino. Lavar las cerezas y quitarles el hueso. Añadir todos los ingredientes a un vaso de batidora o robot de cocinar y triturar hasta obtener una mezcla homogénea. Probar y corregir algún ingrediente, si lo necesita.
Opcionalmente se puede añadir almendra granulada por encima, un hilito de aceite, trocitos de cereza…
Hoy merendamos en el patio de los abuelos