Hummus de romesco

A estas alturas el hummus no necesita presentaciones, pero al ser una elaboración tan versátil, es fácil encontrarte con algunas variantes sorprendentes.
Estos días de vacaciones, hemos tenido la oportunidad de probar hummus de romesco: una mezcla de hummus tradicional, y salsa romesco. Lo tomamos en un bar llamado “Raíces”, en Pamplona. Nos llamó la atención un pizarrita con sugerencias que tenían en la puerta, y fue todo un acierto. Me gustó tanto, que al llegar a casa intenté sacar una versión decente de la original.
Para l@s que no la conozcáis, la salsa romesco es una picada muy usada en Cataluña, cuya base es el tomate, la ñora, el pimentón, los frutos secos y el aceite de oliva. Una salsa que se usa mucho para acompañar patatas al horno, los famosos calcots, pescados y verduras
Hummus de romesco
- Ingredientes:
400g de garbanzos cocidos
1 tomate escaldado sin piel
2 ajos asados
2 ñoras
20g de avellanas tostadas
Pimentón dulce
Sal yodada
Zumo de un limón
Pimienta recién molida
3-4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Elaboración:
Yo suelo usar garbanzos cocidos en conserva, pero pueden ser frescos, al gusto de cada un@. Las conservas de legumbres son una opción económica y rápida que, como su nombre indica, conservan su valor nutricional intacto. Simplemente hay que lavar bien los garbanzos bajo el grifo de agua, escurrir y estarán listos para hacer cualquier elaboración.
El tomate lo escaldé en un estuche de Lékué para microondas, junto con los ajos. En 3-4 minutos estaba listo. Es una opción muy limpia, más aún cuando las cantidades son pequeñas. Pero también lo podéis hacer en el horno y aprovechar para cocinar otras cosas.

Estuche de Lékué para cocinar al vapor
Las ñoras hay que hidratarlas en agua durante varias horas. Pasado este tiempo, hay que quitar las semillas y la piel, para reserva la parte jugosa del interior.
Una vez tengamos estos ingredientes listos, la elaboración es bien sencilla: simplemente hay que añadir todos los ingredientes al vaso de batidora o robot de cocina, ajustar las especias según vuestros gustos, el aceite de oliva para emulsionar, y un hilito de agua según la consistencia que nos guste (¡ojo con pasarse!, la idea es obtener una pasta cremosa, no líquida).
A nosotros nos lo sirvieron con aceitunas, sal negra y panecillos integrales tostados (como en la foto), pero podéis usarlo como relleno de bocadillo, aperitivo con crudités, huevos rellenos, en crepes de tortilla…
Me olvidaba, ¡se puede congelar!, aguanta varias semanas sin problema. Yo suelo hacer cantidad, dividirla en tupper y sacarlo cuando lo necesito.
Buen provecho 🙂